Hasta siempre, 2013.

Y lo de hasta siempre te lo digo con cariño, 2013, porque este año te has portado especialmente bien conmigo, aunque empezaras enero dándome un meneo. Te lo perdono, porque tú y yo sabíamos que estabas haciéndome un favor.

Hay que verle el lado positivo a todo, incluso a estar en el paro, así que puedo decir que 2013 me regaló el invierno más calentito de mi vida. y enero y febrero los pasé en una especie de semi-hibernación, haciendo cursos online, leyendo mucho, trabajando en mi web y en algún que otro proyecto, y viendo llover por la ventana, en pijama y con la calefacción encendida.

 

Confieso que algunos lunes cuando suena el despertador a las 7 de la mañana echo un poquito de menos esos días.

En Mayo, además de cumplir los veintidiez, con fin de semana en la playa y los mejores regalos de cumple incluidos, tuve lo que varios coindicimos en llamar the best week ever, y en apenas unos días, alquilé mi piso, encontré trabajo y cambié de coche.

 

A pesar de estar recién incorporada a mi nuevo trabajo, pude disfrutar de unas vacaciones de verano más que perfectas recorriendo parte de Italia y Francia en coche (podéis ver las fotos aquí), viendo amanecer en medio de la Toscana, empapándome de las maravillas de Miguel Angel, Rafael, Bruneleschi...

A la vuelta de Septiembre, mucho trabajo y mucha tranquilidad. Fines de semana relajados, de los de remolonear en la cama hasta que no puedes más, escapadas de un día para comer en sitios muy chulos, tardes de domingo de lectura y manta en el sofá...

 

 

Y de repente, cuando aún estás digiriendo todo lo que te ha pasado en los últimos doce meses, ya es Navidad, y toca hacer un resumen de como ha ido el año. El mío creo que no podría haber sido mejor.Gracias 2013 por portarte tan bien.